Porque, como dice Cicerón, aún aquellos que desprecian la
fama quieren que los libros que escriben contra ellos lleven su nombre bajo el
título y esperan acceder a la fama despreciándola. Todo lo demás es negociable:
podemos ceder nuestros bienes e incluso nuestra vida a nuestros amigos; pero es
muy difícil que alguien acceda a compartir su fama o ceder a alguien su
reputación.
( MONTAIGNE, 1533 -
1592 )
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